La carga tributaria aumentó en 2024. Se ejecutaron 3/4 del PRR

La presión fiscal volvió a aumentar en 2024, tras haber disminuido el año anterior, con el aumento del peso de los impuestos indirectos y las cotizaciones sociales más que compensando la reducción de los impuestos directos, según la CFP.
Según el informe “Evolución Presupuestaria de las Administraciones Públicas en 2024”, del Consejo de Hacienda Pública (CFP), publicado este martes, la presión fiscal de las Administraciones Públicas (AP), medida por los ingresos por impuestos y cotizaciones sociales efectivas, aumentó en 0,1 puntos porcentuales del Producto Interior Bruto (PIB) en 2024, situándose en el 35,6% del PIB.
Según él, “este aumento se debió al incremento del peso de los impuestos indirectos y de las cotizaciones sociales efectivas, que más que compensaron la reducción de los impuestos directos”.
Asimismo, los indicadores que miden el peso de la tributación sobre las respectivas bases imponibles también aumentaron: las contribuciones sociales efectivas correspondieron a 22,1% de las remuneraciones, el IRC subió a 18,6% del excedente bruto de las operaciones empresariales y el IVA y el IEC (Impuestos a los Consumos Especiales) aumentaron a 18,2% del consumo privado nominal, alcanzando estos indicadores “máximos históricos de las últimas dos décadas”.
En sentido contrario, el IRS sobre las rentas específicas del trabajo redujo su peso en la remuneración al 8,8 %. Según la CFP, el crecimiento de los ingresos no tributarios y no contributivos se vio influenciado por la caída de los ingresos de capital.
Así, el aumento de las ventas de bienes y servicios de las AP (6,2%) y la favorable evolución de los otros ingresos corrientes (11,9%) —explicados en cerca del 80% por el incremento de los dividendos y de los ingresos corrientes asociados al Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR)— “más que compensaron” la caída registrada en los ingresos de capital (-20,9%).
Según el organismo que preside Nazaré da Costa Cabral, esta disminución se debió esencialmente a la reducción de las transferencias de fondos europeos no relacionados con el PRR, ya que los ingresos de capital recibidos bajo este plan aumentaron un 16,8% (208 millones de euros).
En conjunto, los ingresos públicos crecieron un 6,3% en 2024, superando ligeramente el valor previsto en los Presupuestos Generales del Estado (GE) para ese año e “impulsados por la robustez de los ingresos tributarios y contributivos, que, en conjunto, explicaron más del 90% del crecimiento total”.
A pesar del crecimiento de los ingresos nominales, su peso en el PIB se mantuvo prácticamente invariable (43,5%), reflejando una evolución en línea con la producción nominal.
El gasto público se aceleró en 2024 por tercer año consecutivo, aumentando un 7,6% (+1,7 puntos porcentuales respecto a 2023), en parte por una mayor ejecución del PRR (sin este efecto, el incremento del gasto habría sido del 7,0%).
En porcentaje del PIB, el peso del gasto público pasó del 42,3% en 2023 al 42,8% en 2024 (+0,5 puntos porcentuales), en un año “marcado por la aceleración del PPR y la aprobación de nuevas medidas de carácter permanente”.
Así, el efecto del PVP (+0,3 puntos porcentuales del PIB) y también del denominador contribuyó a este aumento, ya que el crecimiento del PIB nominal (6,4%) fue inferior al del gasto público (7,6%). A pesar del crecimiento del gasto público, este fue inferior al previsto en los Presupuestos Generales del Estado para 2024.
La CFP señala que los gastos de personal y las prestaciones sociales “fueron responsables de más del 80% del aumento del gasto corriente primario en 2024, aumentando su grado de rigidez”.
De los 22.200 millones de euros del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR), tres cuartas partes no estaban presupuestadas a finales de 2024, habiendo transcurrido más de la mitad del plazo previsto para la aplicación del plan, informó también este martes la CFP.
A cierre del año pasado se habían ejecutado 5.457 millones de euros de los 22.200 millones del PVP, lo que equivale al 24,6% del total del plan.
De esta cantidad, 4.310 millones de euros fueron obtenidos mediante subvenciones de la Unión Europea, y el resto correspondió a la utilización de préstamos por un total de 1.147 millones de euros.
Según el informe, “la parte más significativa” de los préstamos PRR (609 millones de euros), sin impacto en el balance, se destinó a financiar activos, principalmente destinados a la capitalización de empresas y resiliencia financiera, que incluyó la capitalización del Banco Português de Fomento.
La parte restante de los préstamos (538 millones de euros) se destinó a la ejecución de proyectos, con impacto en el gasto público y en el equilibrio presupuestario.
El análisis del CFP muestra también que, entre 2021 y 2024, del total del gasto ejecutado con cargo al PRR con impacto en la cuenta de las Administraciones Públicas (4.848 millones de euros), casi tres cuartas partes se dirigieron a inversión en la economía (3.524 millones de euros).
De estos, más de la mitad (2.124 millones de euros) se originaron indirectamente a través de «otros gastos de capital», que incluyen el apoyo a proyectos de inversión desarrollados por sectores institucionales distintos de las administraciones públicas. A su vez, la inversión pública bruta (FBCF) ascendió a 1.399 millones de euros.
El organismo que preside Nazaré da Costa Cabral señala también que «casi la mitad de la ejecución» en el cuatrienio, incluyendo la financiación de activos financieros para la capitalización de empresas y la resiliencia financiera, se produjo en 2024 (2.720 millones de euros), lo que supone «una aceleración significativa» respecto al año anterior.
Aun así, afirma, la ejecución del PRR “fue inferior a lo previsto” en el Presupuesto General del Estado para 2024 (OE2024), debido a las “significativas desviaciones” en la FBCF y el gasto corriente primario (tasa de ejecución del 44%; 45% si se considera solo el gasto con impacto en la cuenta AP).
En cambio, el uso de préstamos “se intensificó en 2024”, totalizando la parte no destinada a operaciones de capitalización y resiliencia financiera de las empresas 480 millones de euros, 167 millones más que lo previsto en los Presupuestos Generales del Estado para 2024.
“Más de una cuarta parte del gasto del PRR ejecutado en 2024 se financió con préstamos, que totalizaron 699 millones de euros, el importe más elevado desde 2021. De este importe, 480 millones se aplicaron principalmente a gastos de capital (85%), más que la proporción observada para las subvenciones (72%), contribuyendo así a penalizar el equilibrio presupuestario en casi un 0,2% del PIB”, detalla el CFP.
El gasto de inversión del AP financiado por el PRR “casi se duplicó” en comparación con 2023, impulsando el crecimiento de la FBCF pública, destacándose las inversiones financiadas entre “Transición digital en educación”, “Modernización de las instituciones educativas y de formación profesional”, “Parque de vivienda pública a costos asequibles”, “Eslabones faltantes” y “Accesibilidad vial”.
El Consejo de Finanzas Públicas considera que la política presupuestaria en 2024 fue expansiva y contracíclica, y que dos tercios de la reducción anual del saldo presupuestario se deben a la reducción del IRS y a los aumentos de las prestaciones sociales y del servicio civil.
“En un contexto de deterioro de las condiciones económicas en 2024, la orientación de la política presupuestaria resultó ser expansiva”, se lee en el informe del CFP “Evolución presupuestaria de las administraciones públicas en 2024”.
Según el consejo, el año pasado, el impulso presupuestario proporcionado por el Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) a la actividad económica “contribuyó a acentuar la orientación expansionista de la política presupuestaria”, en un cambio con respecto a la postura restrictiva observada en 2023.
Si se elimina el efecto de las medidas temporales y no recurrentes («puntuales»), la estimación del CFP indica que la evolución cíclica de la economía contribuyó con un tercio a la reducción anual del saldo presupuestario, y que la mayor contribución (dos tercios) se debió a la acción discrecional de la política presupuestaria del Gobierno.
Según los detalles, lo que está en juego son, “principalmente, la aplicación de medidas para reducir el IRS, aumentar los salarios del sector público y aumentar los beneficios sociales, en particular la actualización y el refuerzo de las pensiones”.
En cuanto al resultado primario estructural, que permite evaluar el efecto de la acción discrecional, mostró una disminución equivalente a 0,6 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) potencial.
“En este contexto, la política presupuestaria en 2024 fue expansiva y contracíclica”, concluye el CFP.
En 2024, las Administraciones Públicas registraron un superávit del 0,7% del PIB, superior al 0,2% del PIB previsto en los Presupuestos Generales del Estado para 2024 (OE/2024), pero inferior al 1,2% del PIB alcanzado en 2023.
Según la organización que dirige Nazaré da Costa Cabral, la Administración Central “fue responsable de este deterioro”, mientras que la Administración Regional y Local “volvió a un saldo positivo” y las Cajas de Seguridad Social “mantuvieron un superávit presupuestario significativo”.
Con este desempeño, cabe destacar que Portugal fue uno de los seis Estados miembros de la Unión Europea que registraron un superávit en 2024 y uno de los cuatro que aseguraron un saldo positivo en los dos últimos años.
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