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De lujo: Jonathan Tetelman inaugura el ciclo AURA en el Teatro Colón

De lujo: Jonathan Tetelman inaugura el ciclo AURA en el Teatro Colón

Carisma, estampa, elegancia, expresión: si se habla de Jonathan Tetelman, alguno de estos sustantivos entrará tarde o temprano en juego. Con 37 años y una trayectoria destacada a sus espaldas, el tenor estadounidense, nacido en Chile, llega el 17 de agosto a la sala del Teatro Colón para inaugurar el ciclo AURA, que reúne a cuatro de las voces líricas más destacadas de nuestro presente y cuenta con el auspicio de Revista Ñ. Antes de su visita al país, Tetelman responde las preguntas de Ñ sobre su pasado, su presente y también sobre algunas aristas de su futuro.

La vida de Tetelman comenzó muy lejos de cualquiera de los centros líricos que suele transitar: nació en Castro, al sur de Chile, y a los seis meses fue adoptado por un matrimonio estadounidense. Dice al respecto el cantante: “Fui adoptado por una familia encantadora. Mis padres eran de Brooklyn (Nueva York) y de Berkeley (California). Crecí en la zona de Princeton, Nueva Jersey, pero no tuve la posibilidad de aprender español, ya que mis padres eran norteamericanos. Ellos descubrieron y cultivaron mi talento con mucho amor y apoyo”.

–¿Qué tipo de escuela o tradición vocal heredó durante su paso por academias de su país adoptivo?

–Cuando empecé mi formación vocal profesional, comencé como barítono en la Manhattan School of Music, pero después de cuatro años me dijeron que ese no era el registro correcto para mí. Entonces inicié mis estudios como tenor en el Mannes College of Music. Sin embargo, no sentía que tuviera las cualidades, la orientación ni la mentalidad adecuadas para convertirme en un verdadero tenor. Más adelante, después de tomarme unos años para dedicarme a un trabajo completamente distinto, como DJ y promotor de clubes nocturnos en Nueva York, logré reencontrarme con mi pasión por el canto y concentrarme en desarrollar la versión tenor de mí mismo. También me ayudó mucho un maestro en Nueva York que fue muy inspirador y me apoyó en este camino.

Jonathan Tetelman se presentará por primera vez en el país, en el marco del ciclo AURA, con auspicio de Revista Ñ. Jonathan Tetelman se presentará por primera vez en el país, en el marco del ciclo AURA, con auspicio de Revista Ñ.

–¿Cómo fue esa experiencia como DJ?

–Es algo muy autogestivo: uno tiene que salir a buscar sus propios trabajos, llevar gente a los lugares y asegurarse de que los eventos sean un éxito. Fue una especie de anticipo de lo que es ser cantante. Creo que me ayudó a entender que necesito ser un socio de mi agente, no solo un cliente. La carrera no está en manos de los agentes sino en las nuestras. Escuchaba mucha música electrónica de artistas como Deadmau5, Avicii, Chris Lake y Justice, música que tiene mucho en común con la música clásica: mucho de tensión y resolución, y a veces una producción muy bien armada. Hoy mis gustos cambiaron un poco porque tengo dos hijas, así que normalmente escucho canciones de princesas de Disney.

Un viaje por el Mediterráneo

Centrado en la música italiana (canciones y canzonettas de Tosti, Nino Rota, De Curtis y Cardillo, más arias de Puccini y Cilea), con el agregado de algún condimento francés (un aria de Massenet) y español (la romanza de La tabernera del puerto, de Sorozábal, y la canción "Granada", del mexicano Agustín Lara), el programa elegido por Tetelman para su debut argentino –en compañía del fabuloso pianista cubano-mexicano Ángel Rodríguez– busca ser un homenaje a su trayectoria.

Dice el tenor: “Quise traerles parte de la música que me ha inspirado a lo largo de los años en mi camino como tenor. Además, es un repertorio que muchas personas del público conocen y aman gracias a los grandes tenores del pasado. Soy un gran oyente de voces maravillosas y quiero seguir transmitiendo la tradición de este tipo de canto lírico”.

–Ha mencionado a cantantes como Tebaldi, Gigli, Caruso, Bastianini y Titta Ruffo como sus referentes vocales. ¿Qué es lo que le atrae de ellos? ¿Encuentra en los cantantes del pasado ciertas cualidades que hoy son menos comunes?

–Lo que estos cantantes lograban era conectar su técnica y su arte para comunicar los personajes y la música. Todos tenían voces muy distintivas, y eso les permitía destacarse como grandes artistas y cantantes. Me temo que hoy la carrera se mueve tan rápido que no tenemos tanto tiempo para construir y cuidar los roles que presentamos. Es mucho más difícil transitar los niveles más altos porque se esperan muchas cosas de los cantantes a una edad muy temprana, y eso a veces eclipsa sus capacidades reales en el presente. Todos necesitamos tomarnos el tiempo para invertir de verdad en nuestros roles y en nuestro arte, si queremos estar a la altura de los grandes del pasado.

–¿Cómo elige sus roles? ¿Qué debe tener un personaje para que quiera interpretarlo?

–En los últimos años elegí mis roles tomando como parámetro aquellos que han interpretado otros tenores del pasado con un tipo de voz similar al mío, aunque también he abordado algunos que no necesariamente siguen esa línea, y que fueron fundamentales para comprender mis límites vocales y mis cualidades. Ahora tiendo a elegir roles con los que sienta una conexión. Hay ciertos personajes que estoy dejando de lado porque siento que ya no puedo ofrecerles mucho más en términos interpretativos. Quiero que mis papeles reflejen mis capacidades y mi pasión. Si no me conecto con un personaje, no puedo expresar lo que hay que expresar. En los próximos meses abordaré nuevos roles como los protagónicos de Fausto, Sansón y Dalila, Manon Lescaut, Un ballo in maschera, La forza del destino y Aída.

–¿Le gustaría explorar otros repertorios en el futuro, como Wagner o roles verdianos más dramáticos?

–Hay algunas óperas alemanas que han despertado mi interés, y siento que después de algunos papeles veristas más voy a poder abordar ese repertorio. Espero poder interpretar en el futuro a Lohengrin, Parsifal, Apolo y Baco [roles de Wagner y Strauss, respectivamente].

Tetelman se presentará en compañía del pianista cubano-mexicano Ángel Rodríguez.Tetelman se presentará en compañía del pianista cubano-mexicano Ángel Rodríguez.

Polémica en Nueva York

Artista exclusivo del sello Deutsche Grammophon, Tetelman se vio envuelto el año pasado en una polémica a raíz de unas declaraciones que tal vez tuvieron más trascendencia de lo esperado. En ellas, el artista afirmaba no haber tenido una buena experiencia en su paso (en dos roles de Puccini) por el Metropolitan Opera House de Nueva York, el gigante lírico del continente americano y una de las cinco principales casas de ópera a nivel mundial.

Según reprodujo el sitio OperaWire, el tenor expresó haberse sentido desilusionado con el trato recibido en el MET y no haber encontrado libertad artística en ese entorno, a lo que se sumó una indisposición vocal. En aquella oportunidad, dijo: “Me alegra haber ido, haber estado allí, pero creo que ya no va a ser el lugar donde cante regularmente. No sentí que realmente me quisieran allí desde el principio. Creo que solo me contrataron porque mi nombre estaba creciendo, porque podía cantar y tal vez así vender algunas entradas. Así es como me sentí”.

Aunque al ser consultado por Ñ sobre el tema Tetelman evitó referirse a este incidente, la cuestión da pie para indagar en otros aspectos de la carrera internacional de un artista de su nivel y su grado de exposición pública.

–Como artista, ¿alguna vez se sintió presionado por un mundo tan dominado por la apariencia y las redes sociales?

–Las redes sociales son realmente un fenómeno moderno y una forma muy contemporánea de conectarse con la música clásica. Pueden lograr cosas maravillosas en términos de compartir arte y música interpretada en todo el mundo. Para mí han sido una gran herramienta para dar a conocer mi música y mi nombre, incluso en lugares donde no he actuado todavía. Sin embargo, también tienen sus aspectos negativos, ya que puede haber mucha negatividad y toxicidad en páginas públicas y privadas. Es importante estar seguro de aceptar las críticas, pero solo aquellas que provienen de un lugar constructivo.

*El ciclo AURA, con auspicio de Revista Ñ, tendrá su primera fecha el 17 de agosto, a las 17, en el Teatro Colón con la presentación de Jonathan Tetelman. Luego, será el turno de la mezzosoprano rusa Aigul Akhmetshina (14 de septiembre), seguida de la mezzosoprano letona Elīna Garanča (20 de octubre) y la soprano estadounidense Nadine Sierra (17 de noviembre).

Clarin

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