A un hombre le revocaron un billete de primera clase en pleno vuelo tras costarle a la aerolínea 33 millones de dólares.

- American Airlines vendió un AAirPass de primera clase de por vida en los años 80.
- Se estima que, a lo largo de tres décadas, un solo aviador recorrió unos 30 millones de millas.
- Hoy en día, los verdaderos pases de por vida o de vuelos ilimitados prácticamente han desaparecido.
En la década de 1980, American Airlines atravesaba dificultades financieras y necesitaba una gran idea. Lo que se les ocurrió fue… audaz: vender un billete de primera clase vitalicio —el AAirpass— por 250.000 dólares estadounidenses (unos 400.000 dólares australianos actuales) , prometiendo viajes ilimitados de por vida. Funcionó durante un tiempo. Luego llegó Steven Rothstein.
Rothstein, un exitoso banquero de inversiones de Chicago, no solo compraba un pase, compraba libertad. Sin límite de equipaje. Sin fechas restringidas. Sin tarifas. Simplemente presentarse y volar. Incluso desembolsó otros $150,000 por un pase de acompañante, que le permitía llevar a cualquier invitado en primera clase, en cada viaje.
Durante los siguientes 30 años, Rothstein lo arrasó todo . Voló más de 48 millones de kilómetros, realizando cientos de viajes espontáneos: desayunos en Londres, cenas en Tokio, escapadas de fin de semana por Estados Unidos. Enviaba a amigos de vacaciones, usaba su pase para llevar a clientes de un lado a otro y reservaba varios asientos con frecuencia solo para mantener la fila vacía. American Airlines supuestamente perdió más de 21 millones de dólares gracias a sus disparatadas maniobras.
Pero en 2008, la fiesta terminó. Rothstein llegó a la puerta de embarque en Chicago, con destino a Londres, solo para que le informaran discretamente que su AAirpass había sido revocado con efecto inmediato. Sin vuelo. Sin explicación. Simplemente... en tierra.

American Airlines lo acusó de "comportamiento fraudulento", citando más de 2000 reservas sin presentarse y un patrón de manipulación. Rothstein lo negó todo, alegando que el pase no tenía restricciones. Se presentó una demanda, pero se llegó a un acuerdo extrajudicial discreto. ¿Los términos? Aún no se han revelado.
"No hice nada malo", dijo Rothstein más tarde. "Pero tengo sentimientos encontrados sobre haber comprado esa entrada".
Rothstein no fue el único que exprimió al máximo el AAirpass. Otro viajero infame, Jacques Vroom (sí, en serio), ex mano derecha de Michael Dell, también perdió su suscripción tras acumular más de 50 viajes al mes. Finalmente, American Airlines canceló el programa por completo. Se acabaron los pases vitalicios. Se acabaron los vuelos ilimitados.
Otras aerolíneas coquetearon brevemente con ofertas similares, pero la mayoría aprendieron la misma dolorosa lección: dar a los clientes un cheque en blanco para primera clase es un muy mal negocio.
Hoy en día, solo existen unos pocos pases "ilimitados" y vienen con suficientes restricciones como para marearte. United ofreció en su día un pase vitalicio (usado por Tom Stuker, quien ha volado más de 23 millones de millas), pero esas ofertas ya no existen. Lo mejor que puedes esperar ahora es una versión económica de duración determinada: el pase anual "All You Can Fly" de WizzAir por 599 €, o las ofertas mensuales de Frontier, pero incluyen restricciones importantes como la prohibición de equipaje, la posibilidad de elegir asiento y periodos de reserva de última hora.

Los pases de avión de por vida nunca se limitaron a viajar. Eran el acceso definitivo. La idea de poder subir a un avión en cualquier momento, volar por todo el mundo y volver, todo en una cama totalmente reclinable y con champán de barril.
Sin colas. Sin costes. Sin concesiones.
Pero esos días ya pasaron. En una era de algoritmos de gestión de rendimiento, precios dinámicos y eficiencia basada en datos, las aerolíneas simplemente no pueden permitirse ese tipo de generosidad ilimitada. Incluso los canjes de puntos están siendo exprimidos con más fuerza que en clase turista.
Así que, si sueñas con comprar tu boleto para siempre a la sala VIP de primera clase, lee la letra pequeña. Y luego léela de nuevo. Porque en 2025, no existen los boletos verdaderamente ilimitados, solo marketing ingenioso con muchas fechas bloqueadas.
dmarge