Sí, el proyecto de ley de presupuesto de Trump es realmente así de malo, así de cruel y así de favorable a los multimillonarios.

A las 3:15 de la tarde del miércoles, el Comité de Reglas de la Cámara de Representantes había superado con creces las doce horas de audiencia para presentar el "Gran Proyecto de Ley" en el pleno de la Cámara para su aprobación. A esa hora, el comité escuchaba una serie de enmiendas demócratas, condenadas al fracaso, destinadas a mejorar los aspectos más negativos de la Ley de Reformas de la Cámara de Representantes (OBBB), una tarea inútil, ya que precisamente estos aspectos negativos son la razón principal por la que los republicanos la están apoyando.

Para mantenerme despierto, decidí examinar qué incluye la OBBB que no está relacionada con la economía, sino con una lista de deseos conservadores en general. Por ejemplo, la OBBB elimina un impuesto de $200 sobre los silenciadores de armas de fuego, que ha sido ley federal desde 1934.

La OBBB eliminaría la financiación de Medicaid para Planned Parenthood y las exenciones fiscales de las organizaciones que el gobierno considere asociadas con el terrorismo. Establece una moratoria de diez años a las medidas estatales para regular la IA. (¡Derechos de los estados!)

La OBBB exige 46.500 millones de dólares para reiniciar la construcción del enorme y absurdo muro del presidente. También exige que quienes buscan asilo desembolsen 1.000 dólares por el privilegio, algo que Estados Unidos nunca ha hecho, pero que es habitual en Irán. También propone financiación para mantener a 100.000 migrantes en centros de detención aún por construir.

Es, sin duda, una piñata para el Departamento de Defensa. Hay 150 mil millones de dólares en nuevos gastos, incluyendo 25 mil millones para el "Golden Dome", el sueño imposible del presidente de un programa de defensa antimisiles.

Abriría tierras públicas para la perforación y la minería y, como adición posterior, la venta de cientos de miles de acres de tierras públicas en el oeste.

Mientras tanto, fuera de la sala del comité, la única esperanza de frenar esta brutalidad del proyecto de ley es el deseo de los conservadores más acérrimos de empeorarlo aún más. Esto es un callejón sin salida en el infierno.