Mi flechazo ficticio: “Me llama la atención la forma del paquete de Batman”.
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Es el protagonista de cómic cuyos músculos dibujados te hacen sudar, o la heroína de televisión que despierta un deseo o al menos lo hace posible: la emoción romántico-sexual por un personaje de ficción puede contribuir al descubrimiento de una orientación sexual. Con motivo de la Marcha del Orgullo de París, el sábado 28 de junio, personas gays, bisexuales y lesbianas le cuentan a Libération sobre sus amores. En este episodio, Stanislas, un osteópata parisino de 36 años, se enamora del superhéroe de Ciudad Gótica.
Tengo 8 o 9 años. Me alojo con unos amigos de mis padres en Chantilly [en el departamento de Oise, nota del editor], en una gran casa burguesa. Es temprano por la mañana y veo dibujos animados solo, incluyendo la serie de Batman. Me impresiona la figura del grupo de héroes: su cuerpo está bien moldeado y terso con este traje.
Unas horas después, iba en bicicleta por esta propiedad. En ese momento, era una joven con un vestido rosa a quien Batman tenía que rescatar. Era un juego completamente erótico, y qué...
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