Lecturas dramatizadas que unen a Argentina y Europa, en el hall del San Martín

En el hall de la sala Martín Coronado del Teatro San Martín van a suceder una serie de escenas, como una suerte de tertulia teatral. En ese espacio entre el escenario y la calle que puede ser invadido por experiencias diversas, ya que no tiene la contención de una sala, cinco directores argentinos van a recurrir al formato de semimontado para establecer una primera puesta de los textos de cinco autores de Polonia, Alemania, Bélgica, Chipre y Finlandia pertenecientes a la Unión Europea.
Diálogos teatrales es el nombre de este ciclo que se propone un encuentro entre la dramaturgia de países poco transitados por los escenarios de Buenos Aires (salvo el caso de Alemania que se presenta con la obra La casa de Monkey Island, de Rebekka Kricheldorf) y un grupo de directores argentinos que se enfrentan con procedimientos y temáticas que implican transitar por estéticas diferentes a las acostumbradas. Si pensamos que Alfredo Staffolani, Lorena Romanín, Jorge Eiro y Juan Francisco Dasso son también dramaturgos (la excepción es la directora Monina Bonelli) que suelen llevar a escena sus propios textos, este ciclo los motiva a pensar la escena desde otros imaginarios.
Diálogos teatrales: dramaturgia de la Unión Europea, escena argentina es un ciclo que cuenta con la curaduría de Mariana Barceló y Carol Ventura como las expertas argentina y europea respectivamente, y el apoyo de la Cultural Relations Platform y el financiamiento de la delegación de la Unión Europea con la colaboración del Complejo Teatral de Buenos Aires y la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD).
Este proyecto podría leerse como una forma de diplomacia cultural que busca establecer vínculos entre los artistas argentinos y europeos entendiendo que en ese lazo se genera una sensibilidad que ayuda a comprender y conocer realidades y universos ficcionales al generar intercambios estéticos estimulantes tanto para el público como para los artistas que intervienen. El objetivo es que a partir de estos semimontados las obras encuentren el financiamiento para poder realizarse y continuar sus funciones, lo que le otorga también un impulso a la producción en el área de artes escénicas.
“Buscábamos obras de dramaturgos jóvenes pero ya consolidados, habíamos puesto como límite los 50 o 55 años porque queríamos cierto recorrido”, explica Mariana Barceló, la curadora argentina. “Leímos 27 obras, Carol Ventura hizo una selección y nosotros llamamos a los 21 Estados Miembros de la Unión Europea para que nos aportaran obras. Con ocho obras seleccionadas fuimos al Complejo Teatral y ellos nos ayudaron a hacer la selección final y contactaron a los directores. Nos reunimos con Silvina Silbergleit, gerenta de producción artística del Complejo Teatral y, por el presupuesto y la disponibilidad de espacio nos sugirió hacer un semimontado".
Y agrega: "Definir ese formato nos daba otras características. Silvina también tuvo voz y voto en relación con los países que participaban. La idea era seleccionar países que no hubieran hecho temporada en el San Martín para generar diálogos nuevos. En una reunión con el Complejo Teatral, cerramos las cinco obras que finalmente quedaron. Elegimos obras que fueran dinámicas y se adaptaran a este formato de semimontado, que abordaron temas de actualidad y que fueran transversales, que tuvieran una resonancia en nuestro país”.
Los dramaturgos Monina Bonelli, Jorge Eiro, Lorena Romanín, Alfredo Staffolani y Juan Francisco Dasso.
Lo cierto es que las dos directoras Romanín y Bonelli y los tres directores Dasso, Staffolani y Eiro construyeron un armado escénico que está más cerca de un montaje final que de un semimontado, los actores se aprendieron buena parte de los textos y las puestas van a estar más cerca de una obra con relación al uso narrativo de las luces, el vestuario y el espacio.
Para Marina Barceló el emplazamiento en el hall de la sala Martín Coronado del Teatro San Martín le otorga una identidad estética al ciclo: "Me gusta como propuesta contemporánea poder realizarlo en un lugar no convencional, de una forma no convencional”.
En un contexto de desfinanciamiento del sector teatral, cuando el INT queda reducido y casi al borde de la desaparición, el aporte de la Unión Europea a este tipo de proyectos demuestra la valoración del teatro nacional. Gisela González, encargada de prensa de la Unión Europea destaca el interés del embajador de la Unión Europea en la Argentina, Amador Sánchez Rico en la concreción de este proyecto y señala: “Se distribuyó un monto igual a cada director destinado a la producción y los honorarios del elenco y el equipo de trabajo de cada obra”. Sumado al aporte del Complejo Teatral de Buenos Aires que brinda los equipos de luces y el vestuario y la asignación de sus trabajadores en el área de producción y asistencia. “Nosotros también nos ocupamos de la comunicación y de traer a tres dramaturgos a Buenos Aires que van a participar de una serie de actividades en la EMAD”, concluye Gisela González.
Los dramaturgos que van a estar presentes en las funciones son Constantia Soteriou de Chipre, autora de País Amargo; Antti Hietala de Finlandia, autor de Gente adorable; y la autora polaca Julia Holewińska que, además de haber escrito Cuerpos extraños, es la vicedirectora del Teatro Nacional de Varsovia y va a dar una charla sobre gestión cultural junto a un representante del Complejo Teatral de Buenos Aires y Sebastián Blutrach productor teatral y director del teatro El Picadero. “Por sugerencia de Silvina Silbergleit nos contactamos con la EMAD para realizar estas actividades complementarias ligadas al montaje, la traducción y las diferentes formas de gestión para comparar el modelo nacional con el europeo”, agrega Mariana Barceló.
Los dramaturgos Constantia Soteriou, Rebekka Kricheldorf, Antti Hietala, Luca Franceschi y Julia Holewinska.
Una guía por las obras que se verán.
En julio de 1974, la isla mediterránea de Chipre quedó dividida en dos con la invasión de Turquía, el punto culminante de años de conflicto étnico y político entre griegos y turcos que había comenzado en 1960 cuando Chipre logró independizarse del Reino Unido. En 1974, un golpe militar apoyado por Grecia derivó en la invasión de Turquía y la ocupación del norte de la isla. Los enfrentamientos dejaron cerca de 2.000 personas desaparecidas. País amargo", de Constantia Soteriou, habla de las mujeres que esperaban a sus maridos, que perdieron a sus hijos en una similitud con nuestras Madres de Plaza de Mayo.
Alfredo Staffolani escribió un prólogo que une estas dos historias. Laura Santos, Paula Staffolani, Eugenia López, Julia Gárriz y Lola Sierra se encargarán de interpretar a estas mujeres en una puesta que remite a las rondas de las madres, a esa magia circular de los rituales que surgen espontáneamente con procedimientos cercanos al teatro documental sumados a la música en vivo de Guillermo Barbuto.
*Martes 3 de junio, a las 18.
Algunos textos de la autora alemana Rebekka Kricheldorf ya han sido representados en Buenos Aires pero no deja de ser una novedad conocer su obra La casa de Monkey Island donde un grupo de científicos se reúne para realizar una tarea profesional pero después de una primera parte donde Kricheldorf propone una discusión erudita, las personas congregadas y seleccionadas para permanecer en esa casa descubren que son ellos los seres a investigar, las ratas de laboratorio.
Los personajes interpretados por Sergio Mallorquín, Vanesa González y Lautaro Delgado se han recuperado de una serie de adicciones: cocaína, trastornos alimenticios, sexo y entienden que ese es el motivo por el que fueron seleccionados pero hay un cuarto personaje a cargo de Paula Ransenberg que se muestra inmune a cualquier forma de adicción y la pregunta es qué rol juega ella dentro de esa convivencia. La directora Monina Bonelli piensa en una puesta donde se proyectan imágenes realizadas por inteligencia artificial
*Martes 3 de junio, a las 20.
La vida en Polonia durante los años del régimen soviético y el mundo que viene después del comunismo se unen a partir de la historia de un personaje que decide transicionar de hombre a mujer en Cuerpos extraños, de Julia Holewińska. Primero es un joven que milita contra el sistema comunista y después es una mujer de mediana edad que se ha quedado completamente sola. Sus compañeros de militancia, su esposa y su hijo no aceptan su cambio de género. Para alguien de su condición sexual todos los regímenes políticos son hostiles.
Martina Ansardi, Marco Gianoli, Guido Botto Fiora y Antonella Fittipaldi se encargan de contar una historia que nos permite pensar la disidencia política y sexual desde una lógica cultural y social que nos ofrece la posibilidad analítica del distanciamiento. El espacio y vestuario va a estar a cargo de Gabriella Gerdelics y la iluminación de David Seiras. En su rol de directora, Lorena Romanín se propone salir del semimontado y piensa una puesta en escena dinámica donde el cambio de épocas y de personajes se resuelven en torno a una larga mesa
*Viernes 6 de junio, a las 18.
Una noche, una pareja de clase alta que no parece llevarse muy bien, conoce en el bar a una chica y se la lleva a su casa. Allí se desata una tragedia narrada desde los vínculos, desde la desaprensión y la frialdad: “A diferencia de las otras obras que están más enmarcadas en lo geopolítico, esta obra me permite meterme más con los vínculos, trabajar con lo que no se dice, con la omisión. Las tensiones", explica el director Jorge Eiro sobre la obra del autor a finlandés Antti Hietala.
“Trabajamos con una espacialidad en la que es difícil generar apagones y entonces nos planteamos entrar en un rigor de ensayo de obra, tratando de trabajar con esa espacialidad y no negándola, hacernos cargo de esa particularidad que, de algún modo, la trama de la obra acompaña. Estoy haciendo una puesta marcando espacio, movimiento y pensando en tres frentes”. Describe el director de esta obra que cuenta con las actuaciones de Miranda Di Lorenzo, Carlos Issa, Verónica Miramontes y Marco Spaggiari “Me interesaba ensuciar más el lenguaje, la dramaturgia en relación con la traducción y apoyarme mucho en la actuación, acercar las voces de los actores a esos cuerpos”.
*Miércoles 4 de junio, a las 18.
La violencia, el abuso, sexual, la violación son temas que se exhiben de manera directa en Caso archivado, del autor belga Luca Franceschi. “La obra hace una exposición de casos en personajes que son presentados como categorías", señala el director Juan Francisco Dasso. Los intérpretes presentan la voluntad de escenificar estos casos con personajes alegóricos y el consenso o no consenso que tienen acerca de lo que tienen que decir o hacer y se si identifican o no con los personajes. La obra gana un nivel superior cuando muestra este desacuerdo.
El elenco está compuesto por Valeria Correa, Ariel Bar-On, Bárbara Massó, Juliana Muras y Pablo Ragoni. "Hay algo muy fuerte en cómo circula la palabra y me interesa preservar ese esquema y su crudeza”, continúa Dasso. “Hay muchas escenas que son lecturas y en otras trabajé con la letra sabida para poner por delante el material y el trabajo de los actores sin agregar capas que puedan distraer”.
*Jueves 5 de junio, a las 18.
Clarin