El cambio de vida del traficante detenido a punta de pistola con el mayor cargamento de pastillas en la historia de España

Gurchettan Chet Sandhu es conocido como el traficante detenido con el mayor cargamento de drogas en la historia de España. En el año 1999, fue detenido en Alicante a punta de pistola y, desde entonces, su vida de lujo cambió radicalmente. 25 años después, El Español ha podido hablar con él y repasar su historia de criminalidad.

Este traficante de drogas británico es conocido por haber sido uno de los criminales más conocidos del Reino Unido. En su entrevista con el citado medio, recuerda cómo construyó una fortuna con el tráfico ilegal de anabolizantes y pastillas.

Chet explica que se le conoce como el rey de Karachi porque, desde que tenía 25 años y tras trabajaba como portero, comenzó a hacer viajes a esta ciudad de Pakistán para comprar sustancias estupefacientes que luego vendía en el Reino Unido.

'Modus operandi' El traficante cuenta que sobornaba a la policía pakistaní con revistas pornográficas y dinero para conseguir las sustancias

Viajaba allí cada seis semanas: “Era el lugar más barato del mundo para conseguir esteroides y Valium. Tenía que sobornar a la policía pakistaní con revistas pornográficas y dinero”, cuenta el traficante. Tras conseguirlo, debía cruzar medio planeta con un cargamento ilegal: un plan muy arriesgado, pero también muy lucrativo.

Chet compraba sustancias a organizaciones vinculadas con Al Qaeda, Luego, trasladaba 75 kilos de pastillas y esteroides escondidos entre el equipaje y el cuerpo junto a otros compañeros con la vista gorda de las autoridades locales. En cada uno de estos viajes, sacaba un beneficio de 7.000 libras.

Todo ese dinero le permitía “hacer lo que quería: conducía coches, iba de vacaciones. Cambia la forma en la que te ven, caminas como quieres en el club, todas las chicas vienen a ti, tienes drogas, dinero, mujeres...”, cuenta a El Español.

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Tras nueve años con el mismo modus operandi, cambió su ruta. Tras ser informado que tenía riesgo de ser detenido en su ruta habitual en lugar de pasar por Ámsterdam como solía hacer, fue hacia Alicante, donde también terminó detenido. Cuenta que "me estaba vigilando la Interpol y en el aeropuerto me arrestaron a punta de pistola con 250.000 pastillas”, el mayor cargamento incautado hasta el momento en la historia de España.

Chet fue condenado a tres años en la prisión de Fontcalent, la que describe como “la peor de Europa” en aquel momento. Asegura que allí pasó los peores años de su vida y temió salir sin vida. Tras quedar en libertad en 2001, volvió a ser condenado en 2003 a seis años por delitos relacionados con cocaína y prostitución.

Sin embargo, al salir con vida de ese segundo ingreso en prisión, decidió virar el rumbo de su vida. Chet ha creado una compañía de CBD (aceite de cannabis) y ayuda a niños huérfanos por todo el mundo. “Voy personalmente a India, Vietnam, Sudáfrica o Pakistán y les compro zapatillas, materiales, ordenadores... Nunca envío el dinero porque sé que hay gente que se lo queda”, ha contado.